WITCHBURN (USA)– This Is How We Slay Our…, 2010

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De Seattle nos llega la propuesta de un quinteto formado al 60% por féminas. Quizás sea este un dato que sorprenda, para una banda que practica un rock que fusiona elementos de los 70’s con detalles e influencias más actuales. De hecho, WITCHBURN podría ser un cruce, muy bien estudiado, entre los clásicos BLACK SABBATH y los más actuales DOWN. Una especie de criatura nacida de una fecundación in vitro, que recupera genes de hace cuatro décadas, y que fusiona géneros tan variados entre sí como el doom, metal sureño, stoner y rock

No obstante, esta artificialidad no lo es tanto,  sino que presenta un descaro y espontaneidad que seguramente se plasme aún mejor en directo. De hecho hoy la banda americana comienza una extensa gira por España de 22 conciertos hasta el próximo 20 de noviembre, en la que probablemente podamos comprobar in situ la fuerza y energía del grupo.

Yéndonos al disco propiamente dicho, This Is How We Slay Our Demons, éste es producido y mezclado nada menos que por Jack Endino, grabado en los Soundhouse Recording de Seattle, excepto la batería, en la misma ciudad pero en distinto sitio: London Bridge Studios. La masterización corre a cargo de Tom Baker en Los Angeles.

Con tan solo un EP a sus espaldas, editado en 2007, WITCHBURN nos propone en su primer largo (muy largo, excesivamente largo en mi opinión), un viaje por los States de los 70’s a través de una contemporánea alma vehicular, conducida por todo momento por un notable trabajo a las voces de Jamie Nova.

Rock clásico actualizado, atmósferas oscuras, guitarras pesadas y densas… es lo que podemos encontrar en canciones como Blood Soaked Banner y Heaven’s Wake, donde ciertas líneas vocales me recuerdan a LED ZEPPELIN, y donde el bajo de Jessica Bos presume de un protagonismo que no pueden ostentar en general muchos grupos de rock. Infravalorado instrumento en muchas ocasiones, en este caso es parte vital de WITCHBURN.

Asimismo, cortes como el fantástico Army of Voices, con un estribillo hipnótico, e “himno-tico”, el inicial Bleed the Stone con esas guitarras pesadas y letárgicas, o la “sabbáthica” Call to Arms, son ejemplos bastante representativos de lo que nos ofrecen estos más de 73 minutos que dura el disco.

Muy interesante debut (si obviamos el EP de 2007) de esta banda estadounidense, que ganó el premio anual Hot Rocks Music en la categoría de mejor banda de rock en 2010, y cuya cantante igualmente se hizo con el premio de mejor vocalista femenina en los años 2009 y 2010. Sugestiva manera de introducirse en un mundo bañado por bourbon y alucinógenos, un viaje a finales de los 60’s y principios de los 70’s, sin salir de casa, desde el presente más actual,  y sin correr riesgo alguno…

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