VOKONIS (SWE) – Odyssey, 2021
Cuando traigo un grupo a Subterráneo, ya no solo me comprometo automáticamente como redactor a traerlos en un futuro; me comprometo como fan también. Me es agradable como ambos hacer una reseña de sus trabajos e intentar desengranarlos, permitiéndome de esa manera darles un tiento después de mucho tiempo o incluso redescubrirlos. En el caso de VOKONIS tengo su anterior disco anterior Grasping time muy fresco. Fue una grata sorpresa del ya lejano año 2019. Los descubrí gracias ese disco y a una publicidad muy agresiva de Facebook. No hacía más que aparecerme el condenado ciervo protagonista de la portada todo el rato. Normalmente suelo ignorar toda publicidad que me aparezca y, por lo tanto, ellos no fueron la excepción. Cuanto más pesados e insistentes se me ponen para intentar venderme algo más paso de ellos. Me cabrean estas cosas.
Al final se me ofreció en Subterraneo y ya, riéndome de la situación, acepte. Desde entonces hago más caso a la publicidad del facebook cuando intenta venderme música, ya que el disco me encantó. Me encantó por la sencilla razón de que soy muy fan de ese sonido que bandas como MASTODON, KYLESA o BARONESS llevan por bandera. VOKONIS apuntaron más fuerte que nunca en esa dirección y, por lo tanto, lo lógico es que siguieran esa senda. Así ha sido, justo lo esperado. No por ello encontramos una repetición descarada de lo encontrado anteriormente; todo lo contrario. Han adoptado muy bien ese sonido y han sabido dar un paso más allá, dejando volar una imaginación desmesurada y desatada. Digna de la mejores mentes a las que no les gusta el mundo en el que viven.
Se han infundido de energías místicas para componer, energías que si bien siguen explorando mundos oníricos crean brechas con conexiones al mundo real gracias a cierta agresividad que no esperaba a estas alturas. Me explico: estoy acostumbrado a la evolución de las bandas mencionadas y en las cuales se inspiran; es por eso que me esperaba que siguieran por la misma senda. Tonto de mí, porque no solo me llevan la contraria, sino que han conjugado todas las facetas de la misma manera que se conjugan lo verbos. De esta manera, puedo apreciar cierto fulgor, que se amortigua con la tristeza nostálgica y murmurante, desprendiendo de forma tenue y eficaz esos sentimientos en forma de cataratas con ritmo elocuente. La calificación progresa adecuadamente, se quede obsoleta y fuera del sistemaimpuesto de turno. El tema inicial “Rebellion” es toda una declaración de intenciones y contrasta lo dicho. Bandas como RED FANG podrían quererlo para sí mismos. Mejor inicio para un disco es imposible, de verdad.
Todo esto no es excusa para que el sonido limpio y virgen siga haciendo de las suyas. Siguen explotando de esa manera melodías adictivas que se complementan con el jugoso uso de las vocales, que es más variado que de costumbre gracias a la incursión de voces más vastas, dando un mayor contaste muy jugoso. Como veis, toda su amplitud de miras es sencillamente magistral, y es por eso que con solo seis canciones han dicho más que con diez o veinte. Las etiquetas stoner y doom metal se me quedan ya obsoletas en su caso. De poder adjudicárselas sería en su faceta más ligera, pero es cuando tiran de ellas, en especial del doom, cuando VOKONIS están en su salsa y donde muestran todo su repertorio de sabores en forma de grageas musicales que tu paladar difícilmente podrá procesar y haciendo que la música sea pura morfina con la que llegar al destino indicado.
Ahí tenéis canciones como “Hollow waters” o “Through the depths” que se disipan en el aire como si fuera humo multicolor, adquiriendo formas inentendibles para el ojo humano y creando la impecable necesidad de zambullirte para hacerte uno con él. Destacable el uso del que es el gran diferenciador y un gran protagonista nuevo, el teclado. Per Wiberg (ex OPETH, SPIRITUAL BEGGARS) ha conseguido dar su toque personal en momentos muy específicos, dándole un toque retro setentero y atreviéndose incluso con sintetizadores, que no hacen más que enriquecer el mundo musical construido. Una lástima que solo sea un músico de sesión. Por lo visto aquí, podría aportar mucho a la música de estos chicos. Sea como sea, se puede decir lo siguiente: que su labor ha sido tan importante como la del resto, que ha actuado como un catalizador a gran escala y que su peso en la composición ha sido como la de un miembro más.
Creo que puedo decir que este es, sin duda, un disco en que la progresividad se hace uno con la psicodelia y las melodías oníricas. Hace dos años termine mi critica de Grasping Times de esta manera: “el ciervo de la portada es VOKONIS y ha salido del bosque encantado en el que se había adentrado con una fórmula mágica bajo el brazo con la que ha explorado nuevas y brillante posibilidades. Su primer paso con ella ha funcionado igual de bien que el mejor cuento de hadas. No te lo pierdas.” Bien, solo me queda decir que esa fórmula mágica se ha vuelto universal, creando una historia de las que hacen época. Me encantará seguir sumergiéndome en ella de vez en cuando y ver una continuación en un futuro; ojalá sea uno muy cercano. El modo pacer auditivo esta activado con este disco.