VHÄLDEMAR (ESP) + LEIZE (ESP) – Barakaldo – 29/04/2022

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La vuelta a los directos en plena normalidad tenía que ser a lo grande. En la nueva sala Luxua del mastodóntico BEC de Barakaldo y para conmemorar el vigésimo aniversario de unos VHÄLDEMAR que demostraron que sí se puede ser profeta en tu tierra. Un concierto simbólico más allá de la efeméride y de que se estuviera grabando para su posterior publicación, aunque tal y como nos admitió el vocalista Carlos Escudero todavía desconocen el formato. Y es que sirvió de puesta de largo de una sala llamada a cubrir el hueco que dejó la Rockstar hace diez años como recinto para todas esas bandas underground que tienen tirón y consiguen atraer cierto público.

Patrocinada por una célebre marca de cervezas de Bilbao, al entrar por la puerta de esta sala me asusté porque solo veía mesas y a gente cenando en ellas. Hasta el punto de que pensé que aquello podría ser como una gala de Nochevieja. Pero cuando vi el escenario y las luces me dejaron ver el escenario y a gente con camisetas negras respiré tranquilo.

Sobre las 21:00, con algo de retraso sobre el horario previsto, LEIZE salieron a las tablas y demostraron por qué son una de las bandas más respetadas de nuestra escena. La entrada de Ibon Sagarna ‘Ibi’ -batería en la última formación de BARRICADA– y del guitarrista Mikel Lezkano parecen haber rejuvenecido a una banda en la que persisten Félix Lasa y Toño Rodríguez. Aunque este último parecía el más joven por su vitalidad sobre las tablas.

Poco más de media hora y un setlist de siete de sus canciones más aceleradas y en las que hicieron gala de su propuesta a caballo entre el rock urbano y el heavy metal les bastó para poner a tono al cerca de centenar de personas que se agolparon en el escenario y a los que estaban cenando en las dichosas mesas. Abrieron con «Castigo«, tema inicial de su anterior trabajo, Deriva, antes de acometer las clásicas y muy bien recibidas «La rueda» y «Acosándome«.

Lasa dedicó «Hundiéndome en la noche» a Diego, amigo de ambas bandas que falleció el año pasado. «Sospechoso«, también del aplaudido Cuando te muerden de 2015 fue el último corte de nueva factura, ya que cerraron con tres auténticos clásicos: «Buscando, mirando«, «Devorando las calles» y «Muros«.

Honor y reconocimiento a esta veterana banda, que tiene un repertorio polivalente para adaptarse a cualquier circunstancia. Unos auténticos profesionales de la música, que este año cumplirán cuarenta años sobre los escenarios y que nunca fallan, tanto en sus actuaciones como en sus discos.

Como he comentado anteriormente, el concierto se grabó para su posterior publicación. Por eso mismo, entiendo que no querían dejar ningún cabo suelto, aunque eso implicase un retraso de unos veinte minutos respecto a la hora estipulada. Incluso Carlos Escudero tuvo que hablar por el micrófono para tranquilizar a la gente antes de salir a escena.

Pero cuando abres con la mítica y simbólica «Black beast» -tema inicial de su primer disco- da igual que la gente se hubiese quedado algo fría con la espera. VHÄLDEMAR jugaban en casa, con el público a favor, y aún así salieron ‘a muerte’, como reza la filosofía que les ha llevado a cumplir veinte años. Señal de que están en su mejor momento fue que los dos temas siguientes, «Death to the wizard!» y «1366 (Old king’s visions part V)» fueron mucho mejor recibidas. ¿Cuántas bandas veteranas pueden decir eso?

Después de esos tres pelotazos powermetaleros era momento de bajar revoluciones con dos medios tiempos de su último disco. Primero, la sinuosa «Fear«, con el bajista Raúl Serrano tomando responsabilidades vocales y en la que apareció el primer invitado de la noche: el guitarrista Dann Hoyos, que al acabar la canción abandonó rápidamente el escenario porque tenía que ir a otro concierto. Un gesto que le hizo recibir el agradecimiento de la banda por el esfuerzo. Después vendría la hardrockera «Straight to hell«, tema homónimo de su último trabajo.

Una de mis dudas era si lo de el disco en directo iba a encorsetar a una bestia de la naturaleza como Escudero a la hora de realizar su habitual parafernalia. Pero todas mis dudas quedaron disipadas con «Metalizer«, en la que el frontman se empeñó en recortar la distancia que separaba al público del escenario bajando al amplísimo foso de los fotógrafos. Le siguió otro corte de su penúltimo Against all kingsla coreadísima «Howling at the moon» en la que, como en el disco, hubo dueto junto a Rubén Miranda de AFTER LAPSE.

Tras esto, fue momento para las rarezas y los temas que habían desaparecido en sus últimas giras. La primera fue «Bastards«, con numerosas dedicatorias, seguida por otro tema de Metal of the world, una «River of blood» que cayó como agua de mayo por su pegadizo estribillo y en la que Escudero bajó a cantar junto al público. Roma, de EVIL SEEDS, salió a escena para interpretar «I made my own hell«, tema homónimo de su segundo álbum y me atrevería a decir que, con sus agudos imposibles, fue el ganador de la noche.

La hímnica «The old man» sirvió para regresar al repertorio habitual y para que el frontman presentase al resto de la banda antes de que la banda se despidiese momentáneamente del escenario con «Old king’s visions (part VI)«. Un par de minutos después, Pedro J. Monge regresó con su mítica Fender Stratocaster blanca a lo Ritchie Blackmore para hacer un solo al que se incorporó poco después el teclista Jonkol Tera con un keytar de lo más heavy. Y anda que no tiene mérito que ese cacharro del demonio imponga respeto.

Los bises comenzaron con «Metal of the world» y «Dusty road«, pero la traca final llegó con tres auténticos clásicos. Edu, primer batería de la banda les acompañó en «Breakin’ all the rules» -no puedo ser objetivo con este tema- y «Lost world«, en la que Pedro interpretó la introducción con la guitarra española. Como colofón a un fin de fiesta apoteósico, «Energy«, ese tema que MANOWAR nunca llegaron a componer y en la que les acompañaron Hugo Markaida de RISE TO FALL a la guitarra y tanto Roma como Rubén Miranda a las voces.

Más pronto que tarde comprobaremos cómo quedó el disco en directo, que será un perfecto testimonio del directo arrollador de la mejor banda de heavy metal de este país. Y es que podría decirse que VHÄLDEMAR dieron con la tecla con un repertorio en el que repasaron toda su discografía sin que sobre ningún tema. A base de humildad, trabajo duro y normalidad han conseguido conquistar a un público fiel y a celebrar su vigésimo aniversario en el mejor momento de su carrera. Y que sean muchos más.

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