THE SPLIT (CZE) – Reminiscences, 2021

Enlaces:

Portada del disco Reminiscences, de The Split

El sello Slovak Metal Army, como no podía ser de otra forma, nos trae un proyecto del trío THE SPLIT, que tuvo su origen en el verano de 2018, en el que Zdeněk Čepa Čepička (batería y percusiones) y Mirek Řezníček (guitarras y samplers) comenzaron ha experimentar con distintos estilos musicales, a los que posteriormente se unió el bajista Mira Mik Valouch. Fruto de aquellas sesiones ha llegado a nosotros el álbum del que hoy os voy a hablar, Reminiscences.

Como os podéis hacer a la idea, al empezar diciendo que han estado experimentando con distintos estilos musicales, muchas papeletas llevaban para que este trabajo fuera calificado de metal progresivo, ese que cambia de paso tanto que nos haga explotar la cabeza, y ante eso nos encontramos. Aquí hay momentos en los que pensaremos en grupos consagrados del progresivo, como PORCUPINE TREE o DREAM THEATER, pero en otros casi dudaremos de no haber cambiado el disco y habernos ido a nuestra discoteca de jazz.

Así, la entrada del disco con el potente «Ancestral signs» nos parece prometer buenos meneos de cabeza, y así seguiremos con «Trapped«, aunque aquí ya hay guiños a otras cosas que no son metal propiamente dicho, sino que suenan casi más a combo de jazz. Para los que no lo sepan, esto es el progresivo, amigas y amigos.

Es verdad que a partir de ese segundo corte la cosa cambia… no sé si para mejor o peor, pero los dos temas bajo el título de «Annual rings» no tienen mucho que ver con los anteriores. Adiós a los meneos de cervicales. Son temas acústicos muy bonitos y con cierto toque folk. Si bien son temas que me han gustado, la verdad es que no pegan mucho con el resto del disco. Y ese es el problema que le he visto a Reminiscences, que son buenos temas en sí mismos pero faltos de cohesión con los demás. Vale que es progresivo y que no estamos ante un disco conceptual, lo cual da más libertad a la banda, pero es que cuesta identificar que son hijos del mismo padre.

Para terminar con el repaso de las canciones, «November days» y «Chain reaction» ratifican lo dicho hasta ahora: son muy buenos, con una muestra de técnica apabullante, guitarras que hacen tanto las veces de acompañamiento sesudo a la melodía como flirtean con el shred, pero que van a su aire.

La sensación que me ha dado el conjunto del disco es la de esa persona que está invitada a una fiesta y quiere agradar a todos, pero que al final nadie recuerda su nombre. No creo que alguien pueda decir que es un disco malo en absoluto, pero le falta un hilo conductor, una impronta que permita distinguir el sonido de THE SPLIT del resto de bandas.

Comparte: