SCIENTIST (USA) – Barbelith, 2018
La búsqueda del significado de la vida por medio de la psicodelia y el ocultismo, para descubrir finalmente que aún no hemos nacido. Este es uno de los profundos y complejos conceptos que maneja la aclamada serie de cómics de Grant Morrison Los Invisibles. Los estadounidenses SCIENTIST hacen de esta noción el leit motiv de su tercer larga duración Barbelith, e impregna las letras, los títulos de las canciones y del disco. Para la ardua tarea de superar las críticas positivas que recibieron con 10100II0010, han decidido no repetir la fórmula del éxito e introducir ciertos cambios que afectan incluso a la formación de la banda.
En esta ocasión suenan más progresivos y complejos, empapados del sonido de los primeros MASTODON y los pasajes más “heavies” de BARONESS. Con su anterior trabajo definieron su estilo como metal arquitectónico, y parece claro que no se referían a las modernas y frágiles estructuras de las que los grandes arquitectos se vanaglorian. Se asemeja más a una gran mole de cemento, robusta y compacta, con espacio aún para cierta ornamentación que le otorga una apariencia más amable.
Manufacturan un post-sludge muy contundente que hace gala de diferentes recursos para aproximarse a una buena variedad de subgéneros. Podemos asistir a momentos pausados cercanos al doom psicodélico, apreciables en su tema de apertura “Chokhmah/Binah”, y a otros frenéticos, imbuidos de una esencia black, como se aprecia en “Magick mirror”. En este último y el siguiente, «Barbelith”, aparece la sorprendente voz limpia de su nuevo vocalista Barry Kotarba (HANGMAN´S TOLL). Ya había demostrado desenvolverse bien en registros guturales, rasgados y shrieks cercanos al black, pero cuando se trata de alcanzar un tono melódico no baja el nivel y es capaz de ejecutar un trabajo que incluso llega a recordar a TOOL.
En lo que a la instrumentación se refiere, predomina una gran sensación de cohesión entre las partes. Ninguno de los instrumentos invade el espacio de los otros, y cada uno de ellos tiene su lugar y su momento. Las guitarras a cargo de Patrick Auclair y Eric Plonka suenan sólidas y machaconas, pero nunca reiterativas, siendo habituales los cambios de estilo y las melodías más sludge junto con algunos retazos de post-metal. Por su parte Justin Cape realiza una tarea excelente con la batería, que puede pasar desapercibida, pero merece una escucha atenta para captar todos sus matices. Suena consistente y orgánica, transicionando con mucha naturalidad entre los frecuentes y abruptos cambios de ritmo. El bajista Matthew MIlligan no se queda a la zaga y suena demoledor, con algunos momentos de slap épicos abriendo un par de canciones.
Buena parte de la mencionada cohesión no sólo se debe al buen hacer de los músicos, sino también a la calidad de su producción, realmente claustrofóbica. La música suena comprimida, como una amalgama articulada mediante la presión, que al liberarse resuena a toda potencia, con un equilibrio perfecto entre el sonido más limpio y moderno y uno sucio y árido.
Estas inapelables credenciales, junto a la mejora en el apartado vocal, la diversificación de su sonido y una innegable capacidad para retener la energía de sus discos pasados, ha convertido a Barbelith en la culminación del sonido de SCIENTIST. Quizá haya pasado desapercibido para muchos, pero va a ser difícil apearlos del podio de mejores discos del año en su género.