PROMETHEUS – Barro y Lágrimas, 2009
PROMETHEUS es HEAVY METAL sin más, pero ojo, tampoco menos. Esta banda valenciana nace en 2002 bajo el nombre de HIDDEN WISDOM, para cambiar al nombre actual dos años después. En 2006 graban su primer disco, «Tierra de Todos», un trabajo con un claro mensaje ecologista, y tres años después editan su último disco, «Barro y Lágrimas», objeto de esta reseña.
Entre medias, 2008 es un año que supone un punto de inflexión en el grupo, ya que entra en él su nuevo cantante, Fernando Broseta, que junto a Rafa Vida y Jandié Serrano (guitarras), Rubén de la Calle (bajo) y José Manuel Vida (batería), graban «Barro y Lágrimas» (2009). Ese mismo año empieza una proyección de PROMETHEUS a nivel nacional gracias a sus múltiples y exitosos conciertos, festivales y concursos, entre los que destacan sus actuaciones en el VII Festival Granito Rock y en el X Mas Metal Fest 2009.
Salidos de la cantera metálica de la costa levantina, PROMETHEUS con «Barro y Lágrimas», pide paso entre grupos de la zona con similar apuesta musical como BREAKER, IN PENA, METAL MARENY o DRUEIDA, si bien su parecido con estos grupos es simplemente su apuesta por el heavy metal, sin añadidas etiquetas estúpidas y absurdas.
«Barro y Lágrimas» intenta plasmar en su título todas las dificultades que ha tenido que superar el grupo con los constantes cambios de formación y todo lo que ello conlleva. Musicalmente, como indico antes, esto es HEAVY METAL, del de bandas de la costa antes mencionadas, aunque con un plus de personalidad bien marcado. No obstante, el parecido con grupos como los AZRAEL andaluces del «Dimension IV» me vienen a la mente en «Quiero» (en la base rítmica y los riffs de guitarra) y en el final de «Barro y Lágrimas» (un tema puro y genuino de heavy afilado).
A la mente también me viene el tema «El Oportunista» del primer LP de LEÑO, en el riff principal de «Sangre en las Manos», muy similar al del grupo de Rosendo en aquella canción tan lejana en el tiempo, aunque el parecido queda únicamente ahí. El tema rápido del disco, sin duda.
Igual deja vu en el inicio de «La Danza de la Muerte», donde en el comienzo parece que va a sonar el «Dias de Escuela» de ASFALTO. Y es que todos los cortes tienen sus intros particulares a modo de efectos que te meten sin darte cuenta en la filosofía de cada track. Hay partes vocales que pueden recordar a los MÄGO DE OZ, primeros TYR malagueños o incluso a los ANKHARA. Buen tema.
Hablando de ambientaciones, un decorado que logran crear muy bien sus paisanos GRYAL, está presente en el inicio de «Calma», el tema que relaja la escucha en ciertas partes. Riffs sencillos pero a la vez efectivos, con algún armónico puntual, enriquecen el corte. Fernando canta aquí más agresivo que nunca.
Y dejo para el final «el tema», el single potencial, la joyita del disco, ese tema que irá asociado, al menos en mi opinión, a «Barro y Lágrimas», por muchos años que pasen. Todo un himno: «Fuego del Cielo». Esto es HEAVY METAL. Lo tiene todo: fuerza, riffs de guitarra magníficos cargados de nicotina, que enganchan al oyente hasta el punto de sustituir a la cajetilla de Fortuna… Melodía, diferentes partes, un solo de guitarra demoledor… Desde luego merece la pena tener el disco solo por este tema. Chapeau.
En definitiva, buen disco que está a la altura de lo que se hace en la Comunidad Valenciana desde hace ya unos cuantos años. Otro aspecto positivo a destacar es la continuidad del trabajo de Fernando Asensi en la producción del disco (ya trabajó con la banda en su álbum debut). Y si algo se podría criticar es que, a pesar de tratarse de un disco con tan solo seis canciones, éstas, al ser tan largas (en mi opinión demasiado al ser un disco de heavy metal clásico), hacen que no sea del todo fresca la escucha, como con otros discos de similar número de canciones. Es solo una opinión. Quizás si los cigarrillos fueran más cortos te dejaran con ganas de más, y pidieran comprar enseguida una segunda cajetilla para seguir saciando nuestro vicio. No obstante esto es alimento para pulmones acostumbrados al heavy metal sin más etiquetas que estas dos benditas unidas palabras. ¿Apetece una caladita?
No conocía a la banda, pero enseguida me pondré al día.