Ikusi arte, BERRI TXARRAK
Cualquiera que me conozca, aunque solo sea por lo que he escrito aquí, sabe que BERRI TXARRAK es una de mis bandas favoritas. Y la que más me ha marcado, especialmente en lo laboral: considero que los mejores artículos que he escrito aquí han sido sobre ellos. Es más, una de estas crónicas me abrió las puertas del mercado laboral y me permitió granjearme una fama, aunque sea a nivel local, que en mi vida pensé que alcanzaría.
Recientemente he vuelto a estudiar euskera con el objetivo de sacarme una titulación que engorde mi currículum. El primer día de clase, reconocí que llevaba seis años sin hablarlo con frecuencia, pero que había escuchado muchísimo a BERRI TXARRAK. Y doy fe de que gracias a ellos he aprendido un montón de vocabulario que no se estudia en el ámbito académico. No obstante, y lo digo completamente en serio, la Euskaltzaindia -real academia de la lengua vasca- debería reconocer el papel que tienen como embajadores del euskera. Hay un montón de gente en todo el estado y en Latinoamérica que han comenzado a estudiar y a descubrir una lengua tan complicada y a la vez tan bonita y cuasi poética. Algo que no creo que muchos académicos puedan decir.
En este sentido, el Instituto Vasco Etxepare está publicando una serie de vídeos titulados BERRI TXARRAK y el euskera en los que le preguntan a varios asistentes a conciertos que la banda ha dado por todo el globo la influencia que han tenido en ellos a la hora de conocer más el idioma:
Por todo, espero que este artículo repasando su trayectoria sirva como agradecimiento a tantas horas escuchando sus canciones y todo lo que me han marcado en lo personal.
Necesito parar y tomar distancia. Así de simple y complicado.
Erabakia
Con estas palabras, BERRI TXARRAK dejaron boquiabiertos a todos sus seguidores el 12 de diciembre de 2018. La banda navarra se iba a tomar un descanso indefinido. En el mejor momento de su carrera, tras haber conseguido una repercusión a nivel estatal que habían ido labrándose poco a poco y que había alcanzado su culmen (aparición en Late Motiv y entrevista a Gorka Urbizu en La resistencia, que se suman a las apariciones en diversos programas musicales de RTVE hace unos años). La valentía de atreverse a tomar esta decisión en un momento en el que están en la cresta de la ola ha despertado la admiración de músicos de la escena como Luis Tárraga, guitarrista de HAMLET, que les felicitó por la honradez y la sinceridad a la hora de atreverse a dar un paso que muchas bandas no dan pese a que querrían darlo.
Eso sí, su estatus a nivel estatal no se aproxima ni por asomo al que tienen en Euskal Herria, donde sus canciones suenan en las radiofórmulas -han logrado alguna vez el número 1 en las listas de éxitos- y EITB les dedica programas en prime time, macroreportajes y espacios en los informativos. Pero sería una tontería explicar únicamente el éxito de BERRI TXARRAK basándose en su repercusión mediática.
Cada día me cuesta más hacer frente al desgaste emocional y físico que suponen más de dos décadas de actividad frenética sin pausa alguna. Ahora mismo nuestros fuerzas no caminan a la par, lo que hace imposible que podamos seguir al 100% como siempre fue norma en esta banda. Hacerlo a medias es algo que el público de BTX jamás entendería y, por dura que sea esta decisión, el respeto hacia quienes nos han puesto en el lugar que ocupamos ha sido algo innegociable desde el minuto uno.
Zuzenean
A diferencia de casi todas las bandas mainstream, que arrastran público a sus conciertos gracias a la repercusión mediática y la publicidad de la que gozan, da la sensación de que BERRI TXARRAK se han ganado el reconocimiento mediático a base de currárselo mucho, ir llevando cada vez más gente -el que les ve una vez casi siempre repite- y tocar allá donde se lo pidan. En el espacio de un año tocaron ante una persona en Nantes y ante 10.000 en el BEC. Y nunca se les han caído los anillos.
En esta gira de despedida han demostrado que les da igual el recinto y que se sienten igual de a gusto actuando en un gaztetxe o en una sala ante 500 personas como frente a 15000 en el recinto de uno de los festivales más importantes del verano. Siempre lo dan todo ante su público y tienen un directo realmente atronador.
No hay que olvidar tampoco que para alcanzar este estatus a nivel estatal han tenido que superar presiones y la censura, al igual que otros tantos grupos surgidos en Euskal Herria. «Conquistar» Madrid llenando un recinto como el Wizink center es inimaginable para un grupo perseguido por el gobierno de Esperanza Aguirre: en 2006 se les impidió actuar en Rivas-Vaciamadrid y en 2009 actuaron bajo seudónimo -JMH Trio- y casi en secreto en la madrileña Ritmo y Compás.
Aunque el caso más sonado, quizás por su proximidad en el tiempo (2015), fue el veto por parte del ayuntamiento de Zaragoza, gobernado por el PP, para impedirles tocar en el auditorio municipal. Aduciendo que la banda enaltecía el terrorismo y apoyaba a los presos de ETA, llegaron a solicitar que se les considerase personas non-gratas, a lo que la banda respondió que no había ninguna condena en firme que les acusase de ello.
Conscientes de que tienen un público fiel que ya les ha visto en repetidas veces, son una de las pocas bandas que no tiene un setlist prefijado y quieren que cada actuación sea única y especial. Por eso, no es raro que cambien más de la mitad del set de un día para otro o que introduzcan alguna joyita todos los días.
En una trayectoria marcada por el tesón, la constancia y la pasión por lo que hacen. Era inevitable, por tanto, que decidieran tomarse un tiempo.
Hicimos un montón de cosas y las hicimos a nuestra manera, con eso me quedo; nadie podrá decir que no le pusimos todo el cariño.
Kantak
Es imposible encasillar a BERRI TXARRAK dentro de un subgénero. En sus veinticinco años de carrera han tocado prácticamente todos los palos: desde el thrash metal hasta el pop-punk, pasando por el hardcore melódico, el nu metal y el post-rock. Y todo ello con un sello muy personal e identificativo que les hace reconocibles. Los distintos cambios de formación que han tenido -entre ellos, la pérdida de un guitarrista- han conseguido compactar aún más el sonido de la banda hasta convertirlo en el cañón que se han convertido actualmente.
Hasierak
Tras lanzar una maqueta en sus primeros años de vida, en 1997 la banda, formada por Gorka Urbizu (guitarra y voz), Aitor Oreja (guitarra), Mikel López ‘Rubio‘ (bajo) y Aitor Goikoetxea (batería), firmaba con GOR Diskak, una de las discográficas de punk y metal más potentes de Euskal Herria, para publicar su primer larga duración de título homónimo.
Olvidado por los seguidores y prácticamente denostado por la banda -hace cinco años, con motivo del vigésimo aniversario de la banda, que no interpretan ninguna canción suya en directo- nos encontramos con un sonido más ortodoxo y cercano a grupos como SU TA GAR, una suerte de thrash metal con mucha melodía, algún que otro estribillo interesante y unas letras furiosas y con bastante contenido político y crítica social. «Ardifiziala«, «Haurtzaroa lapurtu zidaten» o «Tortura nonnahi» -la que interpretaron en 2014- son algunos de los temas más destacados.
Arrakasta dastatzen
Los finales de los 90 fueron bastante duros en Euskadi: aquí también llegó el nu metal. BERRI TXARRAK miraron a lo que estaba de moda Estados Unidos e incorporaron a su sonido influencias del rap y riffs entrecortados, pero sin dejar de lado la melodía.
Aunque con su primer disco ya habían conseguido algo de repercusión a nivel local, fue Ikasten (1999, Gor Diskak) el disco que los puso en primera plana de la escena musical vasca. En él veríamos a una banda mucho más madura, especialmente en las letras, mucho más rebuscadas e interesantes que en su predecesor. «Aspaldian utzitako zelda«, musicalización en clave DEFTONES de un poema de Joseba Sarrionaindia, «Betiko leloaren betiko leloa» y la homónima «Ikasten» son tres temas que veinte años después todavía interpretan en directo y son recibidos como auténticos himnos.
Aunque el disco de su confirmación fue Eskuak//Ukabilak (2001, Gor Diskak), producido por Kaki Arkarazo, guitarrista de KORTATU y NEGU GORRIAK. La elección del productor podría indicar que iban a acelerar un poquito más su sonido: incorporaron influencias del hardcore melódico -«Oihu«, posiblemente su tema más conocido-, pero sin dejar de lado el sonido nu metal de Ikasten –«Biziraun«, otro temazo que es fijo en sus directos-. Tampoco me puedo olvidar de «Mundua begiratzeko leihoak«, un tema bastante olvidado pero que es una auténtica joyita.
Cosechado el éxito a nivel local, la banda ya comenzaba a buscar proyección internacional. Tras una gira teloneando a RISE AGAINST, harían buenas migas con el cantante Tim McIllrath, al que invitarían a cantar en el himno «Denak ez du balio«, posiblemente el tema más recordado de Libre © (2003, Gor Diskak). Grabado nuevamente bajo la producción de Kaki Arkarazo, se despojaban por completo del nu metal para abrazar definitivamente el hardcore melódico. «Izena, izana, ezina«, «Kanta goibelak» y «Gezur bat mila aldiz» son otros temas destacados que todavía interpretan frecuentemente.
Aldaketa bortitzak eta munduari begira
Tras una larguísima gira de presentación, los miembros de BERRI TXARRAK deciden abandonar sus trabajos para dedicarse por completo a la música. El guitarrista Aitor Oreja tiene reticencias, no puede soportar el ritmo frenético que lleva la banda y decide dar un paso al lado. Los otros tres integrantes tomaron una decisión que a la postre marcaría el destino de la banda: continuar como power trio.
Tras unos cuantos conciertos de adaptación, se encerrarían en un caserío de Eraso (Navarra) junto a Karlos Osinaga ‘Txap’ para dar forma a Jaio.Musika.Hil (2005, Gor Diskak), que sería masterizado por Ed Rose bajo la supervisión de la banda, que viajó a Kansas durante un mes para controlar todos los aspectos de un disco que estaba llamado a ser un punto de inflexión en su carrera. Y vaya si lo fue.
Considerado por muchos fans como el mejor disco de su carrera, su sonido comenzó a incorporar influencias más rockeras, pero sin olvidarse de sus raíces punk-hardcore y las pegadizas melodías marca de la casa. Jaio.Musika.Hil es una auténtica colección de temazos, y destacar un puñado es una tarea harto complicada. «Oreka» es un himno, un tema único con una personalidad aplastante, pero también hay pildorazos hardcore como «Berba eta irudia» e «Isiltzen banaiz» y momentos para la melancolía en «Zertarako amestu» y «Bueltatzen«.
Tal fue el éxito que tuvieron con este disco que estuvieron prácticamente tres años de gira: más de 200 conciertos por casi todos los rincones del planeta. Desde Nicaragua hasta Taiwán, pasando por Japón, Estados Unidos, Suiza -en mitad de unos disturbios por una cumbre internacional- o Gran Bretaña. El proceso previo y posterior -la gira- a la grabación de este disco se detalla a la perfección en el documental Zertarako amestu (2007, Gor Diskak), que incluye también una actuación a ras de suelo, sin escenario, en un gaztetxe de Gernika.
A finales de 2008, ‘Rubio‘ abandonaba la banda de manera amistosa y entraba en su lugar el bilbaíno David González, ex-integrante de grupos tan variopintos como IN THOUSAND LAKES o COBRA, a tiempo para grabar Payola (2009, Roadrunner records), su primer disco en una multinacional y en una de las discográficas más importantes del metal.
Amado y odiado por sus seguidores a partes iguales, da la sensación de que la banda se ha olvidado de él en sus directos, más allá de la sublime «Maravillas«, que últimamente interpreta Gorka en acústico. Grabado en formato analógico por Steve Albini, la banda estuvo menos de un mes en Chicago dando forma a su disco más orgánico, minimalista, crudo y directo. En él daban rienda suelta a sus raíces más punk -«Folklore«, «Gure dekadentziaren onenean» y «Achtung!!!«-, pero también mostraban un sonido algo más stoner en el single «Jainko ateoa» con un apabullante riff a lo BLACK SABBATH. Tampoco quiero olvidarme de «Etorkizuneko aurrekari guztiak«, otra joyita oculta.
La gira de presentación les volvería a llevar a prácticamente todos los rincones del planeta y a algunos de los festivales más importantes de España, pero en verano de 2010, el último miembro fundador, Aitor Goikoetxea, abandonaba definitivamente la banda y era sustituido por Galder Izagirre, ex-integrante de DUT. Daba la sensación de que le tocaba a Gorka Urbizu cargar sobre sus hombros con toda la responsabilidad histórica de la marca BERRI TXARRAK.
Por tercer disco consecutivo, volvían a viajar a Estados Unidos para grabar con un reputado productor: Ross Robinson, que les exprimió al máximo a la hora de grabar Haria (2011, Kaiowas records), publicado bajo la filial española de Roadrunner records. Personalmente, es mi disco favorito de BERRI TXARRAK, por lo que lo recomiendo escuchar entero. Destaco, eso sí, «Harra» -mi favorita desde la primera escucha-, «FAQ«, su visión particular del death metal en «Makuluak» y, como joyita, «Guda«.
Con una formación ya asentada y bastante conjuntada, y libres de su contrato con Roadrunner y filiales, la banda se disponía a celebrar su vigésimo aniversario con el proyecto más ambicioso de sus carreras. Como ya está reseñado en esta página, no ahondaré mucho más: Denbora da poligrafo bakarra (2014, Only In Dreams) consta de tres EP’s. Cada uno con un estilo diferente y grabado con productores distintos: Ross Robinson para el EP más cercano al metal, Ricky Faulkner para el más indie y Jason Livermore para el último, un cañonazo de punk-hardcore. Una muestra más de su facilidad para huir de las etiquetas y de la solvencia con la que son capaces de tocar todos los palos. «Etsia«, la bailonga «Lemak, aingurak» y «Zerbait asmatuko dugu«, los tres singles de cada uno de los EP’s, son los temas más destacados.
Tras una larga gira a medio camino entre la presentación del disco y la conmemoración del vigésimo aniversario, la banda lanzaba un single exclusivo por motivo del Record Store day -«Bakarrik egoteko«-, y volvía a Estados Unidos para grabar junto a Bill Stevenson y Jason Livermore el que, hasta la fecha, es su último disco de estudio: Infrasoinuak (2017, Only in dreams). Con un sonido algo más accesible que el de sus antecesores, es, como he comentado al principio, el disco que les ha llevado a cotas de popularidad más elevadas, a llenar recintos por toda la península y a festivales tan variopintos como el Viña Rock, el Sonorama Ribera o el Tsunami Xixón. «Katedral bat» o «Zaldi zauritua» ya se han convertido por derecho propio en auténticos himnos, mientras que «Zuri» es uno de los temas donde prevalece el sonido clásico de la banda.
Eta orain… Zer?
Desconozco si los tres miembros de la banda aprovecharán este descanso para volver a sus proyectos paralelos, pero creo sinceramente que BERRI TXARRAK se reunirán dentro de un tiempo.
No sé cuándo, por supuesto, pero estoy seguro que unas personas que viven su profesión con tanta pasión acabarán volviendo tarde o temprano. El ritmo de trabajo que han llevado durante estos veinticinco años de carrera ha sido realmente vertiginoso, y tan solo uno de los miembros fundadores ha podido soportarlo. Es normal, por tanto, que quieran tomarse un respiro para descansar, recapacitar y recargar las pilas. Es innegable que la música en euskera se queda sin su referente, sin su banda con mayor proyección internacional.
No es momento para lamentarse, solo nos queda ser pacientes y esperar. Este descanso también será bueno para el público, que los volverá a recibir con muchas más ganas. Mientras tanto, nos quedan sus canciones, esas que por suerte nunca desaparecerán.
Hasta pronto, BERRI TXARRAK. Soilik agur eta ikusi arte!