HYDE XXI – Pseudoinvolución, 2014
Formados en 2009 como una evolución artística y conceptual de MR. HYDE, los baleares HYDE XXI editan su primer cd en 2010, pero no es hasta un año después cuando se hacen un hueco dentro de la escena progresiva nacional con Experimentar de pie. Es ahora, en 2014, cuando el grupo apuesta por la herramienta del crowdfunding para editar su tercer LP, Pseudoinvolución, un álbum con luces y sombras que, bien es cierto, supera al anterior, pero que deja ver, en mi opinión, que la banda sigue buscando su personalidad sin aún encontrarla de forma definitiva.
Aquel Experimentar de pie mostraba unas composiciones muy heterogéneas, las cuales revelaban un metal rock progresivo con excelentes partituras como las de “Coltán” (su tema estrella) y el opus final compuesto por “I. Preguntas”, “II. Silencios” y “III. Respuestas”, pero adolecía de cierta inspiración en otras canciones, al menos todo ello estudiado con la perspectiva que da el tiempo.
Pseudoinvolución, como indico antes, supera el álbum anterior. Es más homogéneo, goza de una mayor consistencia formal, con composiciones que convergen en un todo, formando un bloque, un conjunto bastante pétreo y mucho más ortodoxo. Y eso a pesar de que el disco está estructurado en dos bloques bastante diferenciados; por un lado temas como “Realidad acto II” (con esos magníficos sintetizadores y guitarras agresivas aun con un estribillo demasiado previsible y repetitivo), “Dictocracia” (uno de los temas que más pronto se “queman” tras repetidas escuchas, oscuro por momentos y una luminosidad y melodía acentuadas en otras) y la épica “Suburbe”, con un estribillo muy inspirado. En este sentido he de decir que la iluminación o musa en las partes de las estrofas es superior a las de los estribillos en casi todo el disco, algo que suma (o resta) puntos al redondo, según se mire. Por otro lado, como digo, una segunda parte más pausada, con canciones como “Volver” (con diferentes tramos muy bien estructurados), “Euforia” y la balada “Salvador”, así como partes de “Inventar”, con un excelente trabajo de piano (uno de los highlight de este trabajo). El mérito de estructurar así el disco reside en que no existe bajón alguno en la escucha, ni pérdida del hilo conductor ni intensidad. Bravo.
No obstante, la evolución del grupo no invita a pensar en el definitivo encuentro de su personalidad. Pseudoinvolución me parece un conjunto de retazos de otros artistas que sí han aportado, y mucho, a la música nacional o internacional. Esa es la sensación que me queda tras escuchar el álbum. No es de extrañar, en este sentido, que el inicio de “Traidor” me retrotraiga inmediatamente al comienzo de “Prophecy” de los reyes JUDAS PRIEST, o que, en su conjunto, Pseudoinvolución tenga sus analogías con el fantástico Rotta de ALHANDAL (el mejor ejemplo podría ser “Vimana”). En este sentido, no es solo que las líneas melódicas y vocales sean similares, sino que se heredan de este álbum conceptos como los de insistir en riffs en diferentes composiciones (“Realidad acto I” y “Arcturus”, excelente idea la de la réplica en este último tema en forma de piano al riff de guitarra en el primero), algo así como podíamos observar en Rotta, con secuencias armónicas asignadas a situaciones o pensamientos, plasmadas en temas diferentes.
Con esto no quiero decir que el grupo se haya inspirado en determinados conceptos, ni mucho menos que los haya imitado, pero sí es cierto que la evolución del Experimentar de pie a Pseudoinvolución no es endogámica, y por ende, en cierta forma, no encuentra su personalidad. No obstante sería injusto atribuir al disco esta característica. Echando la vista atrás, creo que Pseudoinvolución tiene su origen formal en un tema como “I. Preguntas”, de su trabajo anterior (a nivel global, ya que a nivel particular creo que composiciones como “Arcturus” son hereditarias de “II. Silencios” y “III. Respuestas”), por lo que una mirada a lo hecho anteriormente por el grupo no está de más, y les hace justicia.
Aún así no nos engañemos: se trata de un buen álbum, con un trabajo de guitarras, teclados y vocal muy interesante, mucho más homogéneo que Experimentar de pie, formalmente más consistente y con unas letras bastante atractivas. Pero, como indico antes, no logra encontrar su grial, que es la mayor sombra que encuentro a este trabajo.