GUARDIAN (USA) – First Watch, 1989
Uno de los clásicos del underground internacional puede considerarse el debut de estos heavies cristianos llamados GUARDIAN, primeramente llamados FUSION, y por lo que me han comentado también denominados GARDIAN en sus inicios (en 2001 se editó el disco GARDIAN – Fusion & Voyager – The Early Recordings). Originarios de Los Ángeles, en 1989 fichan por el sello Enigma / Capitol para dar salida a su disco debut, First Watch, a finales de los 80’s. Todo esto cuando su género musical estaba en pleno apogeo, poco antes de que las camisas de leñadores cortaran de cuajo un “bosque” de pelos cardados y arrasaran con la melodía, sustituyéndola por ritmos y composiciones, en su mayoría simples y sin ningún interés para los que amamos la escena 80’s. Pero ya es cuestión de subjetividad esto último, no así lo primero, el hecho objetivo del cambio en la escena en el primer lustro de los 90’s.
1989 fue un gran año para los seguidores del hard rock, hard & heavy y todo lo relacionado con la melodía y “pintas” en nuestro movimiento, con discos como El Silencio de la Noche de SANGRE AZUL y Red Hot de MANZANO en nuestro país, o a nivel internacional el Arabia de VENGEANCE, Trash de ALICE COOPER, los álbums homónimos de SKID ROW, DANGER DANGER, PINK CREAM 69, EXTREME y ANGELICA (estos últimos también cristianos), Wild Obsession de AXEL RUDI PELL, Slip Of The Tongue de WHITESNAKE, Point Blank de BONFIRE, Dr. Feelgood de MOTLEY CRUE, Hot in the Shade de los KISS, Behind the Eight-Ball de THUNDERHEAD, Injection de DALTON, Cocked & Loaded de L.A. GUNS, Big Game de WHITE LION… Fantástico año para terminar una década dorada. Los primeros años de los 90’s alargarían esta época hasta 1993 aproximadamente, cuando todo esto entró en una crisis espiritual de la cual costó salir.
Pero en aquel entonces había tantos y tantos grupos de White metal (pienso en STRYPER, BLOODGOD, SACRED WARRIOR, BARREN CROSS, SAINT, HOLY SOLDIER, JOSHUA, IMPERITELLI, LEVITICUS…) en contraposición al “culto” o simpatía por Satán que predicaban en cierto modo otras bandas.
GUARDIAN pegó fuerte en sus inicios, aunque haya aún bastante gente que no los conozca. Con este primer LP giraron por Japón, y el disco fue distribuido por Indisc en Bélgica, SPV en Alemania, By Echo en Austria, Disctrade en Suiza, New Rose en Francia, Pinnacle en UK, Unitor Oy en Finlandia y FM Records en Grecia. En España fue DonostiRock quien predicó la palabra de los GUARDIAN.
La mayoría de seguidores del grupo coinciden en señalar su segundo LP, Fire & Love (1990), como el mejor con diferencia. Yo siempre, y no por llevar la contraria, me quedo con este álbum debut sin ninguna duda. En Fire & Love el grupo huele por los cuatro costados a WINGER, endureciendo en cierta forma su sonido sin perder un ápice de melodía, con una muy buena producción a cargo de los Elefante Brothers. Mientras que en este First Watch, objeto de la reseña, la mayor influencia (claramente perceptible) es DOKKEN.
Siempre me sorprendió en los inicios del grupo el feeling de éste, pero también el hecho de estar demasiado ligado a influencias de otras bandas. En First Watch, es indudable la importancia que tiene el grupo de Don Dokken y George Lynch en sus composiciones, sin olvidar ciertos matices que pueden recordar a STRYPER. De hecho es Oz Fox quien produce el largo, muy alejado el sonido al que tendría Fire & Love un año después, más conseguido y maduro este último; más fresco y ochentero el primero. Además, en 1998 grabaron un álbum de covers de este grupo, The Yellow & Black Attack Is Back, por lo que es clara la simpatía de estos músicos por la banda de Michael Sweet y compañía.
Composiciones como I’ll Never Leave You, Mystery Man, Livin’ For the Promise, Saints Battalion o la preciosa balada Miracle, componen la cara A del LP, sin duda, al menos para mí, la parte más interesante de este trabajo. La B baja un poco el listón, pero sigue enamorando con canciones como The Good Life, One of a Kind, World Without Love, Rock in Victory o Kingdom of Rock, esta última recordando descaradamente al grupo de los hermanos Sweet, Oz Fox y Tim Gaines. Himnos dedicados al Señor desde L.A., ciudad del vicio en los 80’s, donde ya entonces Paul Cawley (vocalista), Tony Palacios (guitarra), David Bach (bajo) y Rikk Hart (batería) nadaban contra corriente, evangelizando a un público que, en su mayoría, les daría la espalda años después.
Me estás jodiendo vivo. Tengo el disco en LP y mi plato ha pasado a mejor vida. Espero poder comprarme uno a finales de año, mientras tanto buscaré este disco para descargar jajajaja. Excelente crónica que además me trae gratos recuerdos del pasado. Gracias!
Gracias a ti Larry, a mí la primera canción se me corta ya en el plato. Lo que tienen que hacer es reeditar este disco en cd y dejar descansar nuestros vinilos jejeje