DRAMAH – Sombras, 2011
A un ritmo personal de reseñas de discos de tres o cuatro semanales, con todo lo que ello implica, es decir, escuchar los discos constantemente, día y noche, para mantener esa autoimpuesta cadencia, uno a veces se pierde en el trabajo que ello entraña, y en ocasiones no disfruta al 100% de los cd’s. ¿Por qué? Porque muchas veces uno se extravía en cómo suena el disco, en similitudes con otras bandas, influencias, arreglos y demás, que a veces te hace perder el espíritu con el que fue concebido el arte, en este caso música: estar receptivo a sensaciones y básicamente disfrutar.
Sombras, de DRAMAH, es una de esas sorpresas, de esos regalos que llegan de vez en cuando, y que te invitan a simplemente abrir los oídos y gozar. Sin perdernos en detalles ni tecnicismos propios, por otra parte, de lenguajes más acordes a webs de conservatorio…
Formados en 2006 por Miguel Fernández a la voz, Rubén Carrillo al bajo, Sergio García a la batería y Chema García a la guitarra y teclados, un año después graban una maqueta de cinco temas, tras la cual se produce un parón indefinido por falta de tiempo y compromiso, ya que Chema era entonces teclista de la también banda toledana NOCTURNIA. En 2010, y una vez abandona éste aquella formación, el grupo vuelve a juntarse y en 2011 graban y autoeditan Sombras, su álbum debut.
Esa conexión entre NOCTURNIA y DRAMAH no queda simplemente ahí, sino que a nivel musical comparten esa apuesta por el heavy metal melódico –de voz limpia y teclados-, con otras bandas como por ejemplo BRIGANTIA o incluso DUNEDAIN o MEGARA. De hecho, centrándonos en las labores vocales, Miguel realiza un soberbio trabajo, arropado en todo momento por unas guitarras punzantes y con su dosis de protagonismo, unos teclados que aparecen en su justa medida (sin llegar a saturar) y una base rítmica en su sitio ¿para qué más?
Ejemplos de esto pueden ser perfectamente Decepción, Sombras o Dorian Gray. Incluso Secretos, donde Miguel en las líneas vocales me recuerda a Nek (valga como mera anécdota, y quede solamente como eso), u otros cortes con algún toque goth con la fuerte carga melancólica y de dramahtismo que ello implica (pienso en Junto a Ti con Raquel Sánchez colaborando a las voces, y en Soledad y Recuerdos, las cuales me recuerdan por momentos a DENIA). Aparte, y en relación a esto y refiriéndonos de nuevo a Raquel, sitúo la magnífica versión del Scarborough Fair de Simon & Garfunkel, donde ahora me vienen a la cabeza los NIOBETH albaceteños. Se sale de la línea trazada de principio a fin por el grupo en el disco, y por eso aparece, de forma acertada, como bonus track.
No obstante, jugar a los parecidos y similitudes a veces no tiene sentido, excepto para indicar por dónde van los tiros con un grupo y un disco. Conjunción perfecta entre voz, guitarras, teclados y base rítmica perfectamente encarnada en Perdido, también DRAMAH puede recordar en ocasiones a grupos como AVALANCH o LYING, al menos en Solo Mía.
Para finalizar, a pesar de jugar en una “división nacional” muy saturada –la del metal melódico que utiliza voces limpias y teclados- DRAMAH, en mi opinión, podría encabezarla sin ningún tipo de complejo. Buena materia prima, excelentes composiciones, adecuada producción, letras trabajadas (y que uno puede asociar a algún momento de su vida), y un mucho más que correcto artwork es lo que DRAMAH, con este Sombras, nos deja: luces, sí, luces, definitivamente brillos que solo atenúan su nombre y su temática… Excelente sorpresa para mis oídos, sí señor.
ESTOY DE ACUERDO CON ESTA CRÍTICA,AMIGO RUBEN. SALUDOS PARA TODOS LOS SUBTERANEOS HEAVYS.
Hola Javier! Precisamente hace unos minutos estaba escuchando de nuevo este Sombras 😀 Me gustó mucho el programa de ayer ya que, además de lo habitual en COMEROCK, pudimos oir la entrevista a DRAMAH, la cual estuvo muy entretenida y muy interesante, me encantó oirla. Saludos a ti y a Tere! 🙂