DESALMADO (BRA) – Mass Mental Devolution, 2021
«¿Qué ha pasado aquí?» Esa era la pregunta que me hacía tras las primeras escuchas de Mass Mental Devolution, la tercera obra de la banda de Sao Paulo. Una de esas situaciones en las que las canciones por separado son cañonazos pero que, en un disco, no tienen ni de lejos el mismo impacto. En este Mass Mental Devolution porque consideraba que la banda paulista quería emprender varios caminos a la vez y no se terminaba por decantar por ninguno, encontrándose en tierra de nadie y minimizando el impacto sobre el oyente, a pesar de que es menos de media hora de nuevo material. Algo de death metal melódico a lo KATAKLYSM en «Across the Land«, hardcore metalizado en «Unite«, death metal moderno en «My own enemy«…
Podríamos verlo como un catálogo de influencias del grupo, y como que son bastante versátiles, pero los minutos pasan e impera la sensación de que al no centrarse en nada en concreto, los resultados no son tan buenos como cabría esperar. Algo así como quién mucho abarca, poco aprieta.
Así que, para salvar el álbum decidí indagar un poco en el pasado de la banda. Y es ahí cuando las cosas se ponen interesantes y donde entendí realmente qué había pasado.
DESALMADO comenzaron haciendo deathgrind bestia y sucio cantado en portugués. Nada de experimentos, nada de innovaciones, sabes lo que quieres y te lo dan, canciones cortas, saturadas y con un importante cariz social. Y durante su ópera prima y sus EPs/splits hasta 2016 así era. Es entonces, como cualquier otro ser humano con un mínimo de curiosidad artística, cuando deciden expandir sus fronteras sonoras y añadir otras capas a su deathgrind en Save Us from Ourselves. Un paso adelante lógico, mesurado y mejorando en todos los aspectos. Una obra del estilo para tener muy en cuenta, incluso si uno no es adepto a esta clase de sonoridades.
Ahora sí que se entiende algo mejor la razón de ser de este Mass Mental Devolution, la emancipación absoluta del grindcore e ir más allá, hacer metal extremo sin etiquetas, sin reduccionismos. Pero donde no falla el propósito, sí lo hace el resultado.
No nos equivoquemos, querían ir más allá de lo que eran conocidos, y lo han logrado. Pero la sensación de dispersión, incluso conociendo el contexto, persiste. Mass Mental Devolution funcionaría mejor como un conjunto de EPs, si realmente querían jugar al «ensayo y error», como parece que así ha sido. Y es esta falta de foco central la que hace que pase desapercibido todo el trabajo que hay detrás. Porque se nota, ya sea en el uso de voces femeninas al final de «Hollow«, el uso muy sutil de teclados en «Your God, Your Dictator» para crear cierta atmósfera o que no tiene miedo en tomar ideas prestadas del hardcore, como mencionábamos. Hay un esfuerzo detrás palpable, sin declaraciones vacías como «este es nuestro disco más maduro«. El defecto es esa falta de unidad en el cómputo global, esa indecisión de querer hacerlo todo y que nos deja con una sensación muy diferente y que induce al error de pensar que estamos ante algo mediocre.
No es así, pero hace falta paciencia para detectarlo.