Alguien me dijo que la música es un código de los sentimientos humanos, y ¿sabéis esa sensación al escuchar un tema de que algo te hace clic por dentro generándote un sentimiento de empoderamiento, dándote una energía que te infla el pecho y te hace creer que puedes con todo lo que se se te ponga por delante?
Dar con una banda que te provoque semejante reacción merece, como poco, que hables de ella. Así que, por favor, anotad otro nombre más: BIRTH OF THE MONOLITH. Están en activo desde 2016, son de Rusia y tienen seis canciones en el mercado divididas a partes iguales en dos EP. El primero de 2017, llamado como la propia banda, y Cult (2018), del que os hablo en los párrafos siguientes.
Son varios los motivos por los que este quinteto se me hace original. Par empezar, sus temas se van construyendo como si tuviesen introducción, nudo y desenlace, lo que hace que siempre estés atenta a cómo avanzan. A esto ayuda el hecho de que sus composiciones son muy limpias. No hay saturación del tremolo picking más típico del post-metal, ni tampoco blast beats incesantes que rellenan cada compás; es decir, te mantienen interesada y no se hacen ni pesadas ni repetitivas.
El hilo conductor de la historia, y mi segundo argumento, son las atmósferas y que éstas no están sólo creadas por las guitarras. En BIRTH OF THE MONOLITH cada instrumento desempeña un papel esencial que además viene potenciado por una producción nivelada, clara y que ofrece exactamente lo que su música requiere. Melodías que se ven interrumpidas por la aspereza del sludge y acompañadas por un bajo que es en muchos momentos el que más sentimiento y oscuridad atrae. La batería que no se limita a hacer de base rítmica para el acomode del resto de instrumentos, sino que aporta mucho juego y tiene ciertos patrones doom/sludge que la hacen sumamente contundente. Y con un scream grave, contándonos en ruso de lo que hablan sus letras, la potentísima voz de Ivan Finbul.
Realmente no hay ningún aspecto que me disguste de este trabajo y aún tenemos muy pocas muestras de lo que BOTM son capaces de hacer. Con un comienzo semejante es seguro que vamos a quedarnos pendientes, pero espero que, como han conseguido en mi caso, puedan descifrar el código de mucha más gente. Con Cult únicamente necesitarás invertir diecisiete minutos para ver cuántas tripas te retuercen a ti.