ASHA – Euphoria Project, 2010
«Euphoria Project» es el nuevo trabajo en forma de EP de ASHA, «one man band» del guitarrista y multi-instrumentista Kike G. Camaaño que, para esta ocasión, ha contado con el trabajo vocal del cantante danés Jacob Poulsen. Es admirable la prolífica y dilatada trayectoria de Kike desde que en 1987 formara ASHA, hasta llegar a 2010 con este nuevo trabajo bajo el brazo. Por ceñirnos a su última etapa, hay que destacar que en 2009 es elegido como «Mejor Guitarra Nacional de Rock» en los premios Carlos Pina de Radio Nacional de España RN3. Un año anterior edita su último trabajo hasta la fecha, antes de este «Euphoria Project», llamado «Gallery Of Thoughts», el cual es elegido «Mejor Disco Rock» del año por diversas radios nacionales especializadas. Y esto si solo nos centramos en los dos últimos años, porque si hablamos de los 23 que lleva Kike con ASHA, daría para escribir un libro.
Pero hablemos de «Euphoria Project». Kike en este EP se viste de alquimista, consiguiendo fusionar con éxito diferentes metales de la tabla periódica, para dar lugar a un metal / rock combinado, con virutas de un metal característico de guitar heroe, incrustadas en el jazz fusion en el que principalmente nada este trabajo. Todo ello sin pasar por alto el fuerte contenido de rock progresivo que tiene el disco. En él se pueden percibir cosas del «Chasing the Sun» de CHRIS POLAND y del «Infra Blue» de JOEY TAFOLLA si nos ceñimos al jazz fusion, e igualmente matices similares a los del «Black Lines» de PHRYGIAN GATES si nos fijamos en el lado más progresivo. Sin desmerecer similitudes con los nuevos discos de QUEENSRYCHE desde mediados de los 90’s (el parecido de Jacob Poulsen en los tonos medios con Geoff Tate es evidente, al menos para un servidor). Tampoco quiero dejar de lado ese sonido de bajo tan característico de los discos de TONY MACALPINE con su proyecto CAB. Magnífica fusión de estilos, pues, con una gran personalidad, ya que estos parecidos mencionados no son tan marcados como las similitudes evidentes en otros artistas y trabajos.
Lo primero que siente uno cuando escucha la primera canción es que se encuentra ante uno de esos trabajos que están en otra «división». Algo similar me pasó con el disco de BUMPER. Sonido y producción realmente envidiables, composiciones complejas y técnicamente sobresalientes (es un disco no fácil de asimilar en una primera escucha), una voz a cargo de Jacob Poulsen que se marca un notable alto en las seis canciones, y una labor de Kike sobresaliente tanto como guitarrista como multi-instrumentista (además de la guitarra ha grabado el bajo y la batería). Sin teclados ni más instrumentos. ASHA nos ofrece un disco crudo, complejo y del que, escucha tras escucha, se van advirtiendo cada vez más detalles.
Y el alquimista empieza su proyecto experimental con un metal que podría ser perfectamente el cloruro o el nitrato, usados entre otras cosas como fertilizantes. Y es que «Good And Bad In Symmetry» enriquece el suelo donde reside la compleja estructura de «Euphoria Project». Las reflexiones morales del corte no impiden que la química inunde todo este trabajo, desde el primer al último tema. Buen punto de partida sobre el cual abonar el terreno por el que vamos a transitar.
Pero este trabajo tiene mucho de incendiario, solo hay que escuchar los infinitos y siempre presentes, a la vez que complejos, solos de guitarra de Kike. «Indalo Man» podría estar impregnado de nitrato, utilizado entre otras cosas en la fabricación de pólvora. Y es que el tema es un estallido de jazz fusion con un trabajo a la guitarra descomunal. Otra vez la química no impide que el corte, en sus letras, indague en la eterna búsqueda del ser humano por lo espiritual.
Kike no se olvida del cromato, utilizado entre otras cosas en la pirotecnia, para vestir «Walls of Shame» musicalmente. Todo un espectáculo de fuegos artificiales, con diferentes y múltiples cambios de ritmo, y con un trabajo al bajo sobresaliente (algo que ha de ser así en trabajos de jazz fusion obligatoriamente), por no hablar de la guitarra y batería. Otra vez la química no supone un obstáculo para hablar de la lucha contra las injusticias creadas por el hombre.
Y ASHA sigue con su peculiar mezcla alquimista con «Crawl, Walk and then Run», y es que este trabajo tiene mucho de candente y caliginoso, por lo que el maestro podría haber elegido en esta ocasión una probeta con aleación de sodio y potasio para hacernos llegar esa transferencia de calor. No es este «Euphoria Project» frio, ni mucho menos. Los sentimientos vienen, van y vuelven, en un ciclo continuo e infinito. Otra vez el laboratorio no impide, es más, coexiste, con las trabas existenciales y el creciente conocimiento a través de la vida.
Pero este calor a veces quema y es preciso refrigerar un poco el estado anínimo con un poco de sodio, antes de llegar al último corte. «The Believer» contiene quizás el estribillo más melódico y pegadizo de todo el EP, acercándose más al metal más clásico, aunque siempre arropado por la complejidad de la música de ASHA. Diferentes estructuras, cambios de ritmo, algo extensible a todos los temas, forman un corte que sirve de refrigerio para llegar al final del disco, estudiando las posturas místicas y su defensa esta vez, y de nuevo dentro del laboratorio, una vez más.
Y llega el fin con «Prologue of An Unfinished Life», donde Kike podría haber echado mano del sodio, utilizado en este caso en la purificación de metales fundidos. Y es que uno tras escuchar el último track tiene la sensación de haberse purificado tras tantas escuchas de metal de toda la vida durante tantos años. Con este nuevo trabajo uno siente una extraña sensación de libertad similar a la percibida con artistas como ALEX SKOLNICK, VIRGIL DONATI o TONY MACALPINE etapa post-heavy. Para finalizar, en «Prologue of An Unfinished Life» la química inherente y que gobierna todo este trabajo, coexiste una vez más, y nunca mejor dicho, con la co-existencia en vida de lo terrenal y divino en sus letras.
Y es que este trabajo, a pesar de estar creado por la genial mente creativa de Kike a modo de extraña mezcla alquimista, tiene mucho de alma. De hecho, el disco es un homenaje a su madre fallecida y al nacimiento casi unísono de su hija, por lo que la fuerte carga sentimental lo gobierna todo. A ver si va a ser verdad lo que dicen los científicos cuando afirman que los sentimientos, el amor y todo lo relacionado con las emociones es todo «química». Quizás el mejor ejemplo sea éste, con un Kike G. Caamaño consiguiendo fusionar elementos y sensaciones para lograr una onza de oro de muchísimos quilates. Bravo.
Gracias por la crítica, nos ha encantado, genial!!! Y gracias por el apoyo!
Seguimos en contacto, mucha salud y R&R amigos!
Muchas gracias a ti Kike por todo. Estoy deseando escuchar el anterior trabajo que pronto como te dije caerá en mis manos 😀